jueves, 10 de febrero de 2011

De amores y amoríos

Un buen comienzo con esta poesía de los hermanos Álvarez Quintero...

Era un jardín sonriente
era una tranquila fuente
de cristal
Era a su borde asomada
una rosa inmaculada
de un rosal
Era un viejo jardinero
que cuidaba con esmero
del vergel
y era la rosa un tesoro
de más quilates que el oro
para él
Pero a la fuente
un caballero llegó
y a la rosa dulcemente
de su tallo separó
y al notar el jardinero
que faltaba en el rosal
gritaba así, plañidero
receloso de su mal:
“Rosa, la más delicada
que por mi amor cultivada
siempre fue
Rosa, la más distinguida
la más fragante y florida
que fumigué
blanca estrella
que del cielo
envidiosa del suelo
resbaló
a quien una mariposa
de mancharla temerosa
no llegó
¿quién te quiere?
¿quién te ama con fe y con ternura igual?
¿quién te llevó de la rama
que no estás en el rosal?
¿Tú no sabes que es grosero el mundo,
que es mentidor el amor,
que no se aprecia en la vida
la pura miel escondida
en la flor?
¿bajo qué cielo caíste,
a quién tu tesoro diste
virginal,
y qué manos te deshojan?
¿qué aliento quema tus hojas,
infernal?
¿quién te ama con fe y con ternura igual?
¿quién te llevó de la rama
que no estás en el rosal?
¿Por qué te fuiste tan pura
de esta vida a la aventura
o al dolor?
¿Qué faltaba a tu capricho,
qué a tu deseo soñador?
En la fuente limpia y clara
espejo que te copiara
¿no te di?
Los pájaros escondidos
¿no cantaban en sus nidos
para ti?
¿Cuando era el aire de fuego
no refresqué con mi riego
tu calor?
¿No te dio mi trato amigo
en las heladas abrigo
protector?
¿Quién te cuida con esmero
como el viejo jardinero
te cuidó?
¿Quién por ti sólo suspira,
quién te quiere, quién te mira
como yo?
¿Quién para sí te reclama
te hará bien o te hará mal?
¿Quién te llevó de la rama
que no estás en el rosal?
Así un día y otro día
entre espinas y entre flores
el jardinero plañía
imaginando dolores
desde aquél en que a la fuente
un caballero llegó
y a la rosa dulcemente
de su tallo separó.

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